Ana, abandonada por su marido, que le confiesa haberse enamorado de otra mujer, intenta reorganizar su vida con un nuevo hombre, pero en esta ocasión sin llegar al matrimonio. Vivirán en plena libertad de sentimientos; es decir, hasta que les dure el amor del uno hacia el otro. Ana tiene el problema de no saber quién es ella en su realidad interior y sin embargo debe comportarse como si se hubiera encontrado ya a sí misma. La protagonista se ve encarcelada en convicciones burguesas y su vida en pareja no puede ser un éxito consigo misma. Andrés es muchas veces ignorante y cree hacer las cosas bien, porque él funciona tal y como le han educado que debe funcionar. Reacciona, no encontrando apoyo en los sentimientos de los demás, cuando se da cuenta que la vida que lleva no encaja con sus deseos. Está completamente solo, rodeado de personas que funcionan ciegamente. Su única reacción es la de buscar una salida de su gran caos, hace sus confesiones a su amigo Iván.